El cigarrillo y tus dientes no hacen buena pareja.
No es nada nuevo que el cigarrillo amarillea el esmalte dental. Se trata de una merma estética que el fumador está dispuesto a asumir. El problema surge cuando es la salud la que está en riesgo.
Ahora se sabe con certeza que el cigarrillo (también el electrónico) dificulta la oxigenación en las encías, retrayéndolas de alrededor del diente llegando a descubrir parte de la pieza y favoreciendo su perdida. El promedio es de tan solo siete piezas dentales las que conserva el fumador de más de 60 años. El consumo de más de 10 cigarrillos al día nos pone a la cabeza entre los futuros mayores con dentadura postiza. Amén de otras enfermedades.