La hipertensión que resulta más peligrosa es la Sistólica. Esto es más normal que ocurra a partir de los 65 años. Cuando nos hacemos mayores suele afectar al valor de la máxima y suele ir acompañado con la aparición de otras enfermedades como la diabetes, el colesterol alto, … La tensión máxima esta asociada a un riesgo mayor de mortalidad por lo que debemos asegurarnos de que exista un control médico.
No tenemos que confiar en sentir síntomas por la hipertensión. Si bien es verdad que hay pacientes que aseguran percibir la subida de tensión, no es menos cierto que otro porcentaje importante de personas no sienten ningún malestar, incluso cuando su salud se encuentra en grave riesgo. Hazte revisiones con periodicidad y no olvides que la hipertensión es la primera causa de muerte prematura en el mundo.
Cómo evitar la hipertensión
Consume una dieta adecuada y practicar ejercicio. Si estás tomando algún medicamento, sigue las instrucciones del médico. El no seguir las indicaciones con precisión compromete nuestra salud con posibles subidas de tensión repentinas.
Rutina diaria contra la Hipertensión:
- Recuerda evitar la sal si tienes hipertensión.
- El zumo de arándanos es un aliado para reducir la hipertensión.
- Comenzamos las mañanas con un buen paseo de 30 minutos. Vivir de forma sana nos ayuda a controlar la tensión
- La rúcula y las acelgas son nitratos que mejoran la dilatación de las arterias y combaten la hipertensión.
Cuidado con las subidas de tensión.
El cerebro es capaz de autorregularse para funcionar a un ritmo de presión arterial. Pero si existen subidas repentinas estas pueden dificultar el trabajo del sistema vascular tanto cerebral como cardíaco. La variabilidad puede resultar peligrosa para nuestra salud. Los picos de tensión abundantes pueden dañar los vasos sanguíneos y si alcanzan los 180 mmHg, en los casos extremos, pueden desencadenar un ictus o un infarto.
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