Este protocolo es muy importante en las residencias de personas mayores por la repercusión en patologías cardio y cerebro vasculares.
El objetivo principal es el seguimiento y control de los residentes que tienen o han tenido hipertensión (HTA).
A todos los residentes con HTA se les toma la tensión cada 15 días. Se aumenta la frecuencia de los controles si se ha descompensado en algún caso.
Además de la medicación hay otras medidas para controlar la presión arterial, como la de reducir la cantidad de sal en las comidas, consumir una dieta saludable para el corazón (hiposódica) y tomar mucha agua.